martes, 7 de abril de 2015
Nikos Kavvadías
A BORD DE L’ “ASPASIA”
Viajabas perseguida por tu destino
hacia la muy blanca pero luctuosa Suiza;
siempre en cubierta, pálida y postrada en una chaise-longue
por la tristísima y conocida causa.
En todo momento te rodeaban los tuyos llenos de inquietud,
pero tú mirabas indiferente la lejanía.
Con amarga risa contestabas a cuanto te decían, porque sentías
que ibas ya camino al país de la muerte.
Una noche, cuando pasábamos por Stromboli,
le dijiste a alguien entre risas, con aire de broma:
“¡Cómo se parece mi cuerpo enfermo, en su fiebre,
a la ardiente cumbre del volcán!”
Luego te vi en Marsella, cuando te perdiste
entre el jaleo, sin volverte atrás.
Y yo, que sólo he amado la líquida extensión,
creo que a ti sí podría haberte amado.
(de "Marabú" 1933)
lunes, 6 de abril de 2015
Nikki Giovanni
Mi primer recuerdo (de los bibliotecarios)
Este es mi primer recuerdo:
Una gran habitación con pesadas mesas de madera sobre un suelo de madera que crujía
una hilera de persianas verdes, las luces y las sombras bajo las pesadas sillas de roble centenario
que eran demasiado altas
para que yo pudiera sentarme a leer.
-o quizá simplemente yo era demasiado bajo-.
Sea como fuera, recuerdo siempre que mi primer libro fue grande.
En el vestíbulo, sobre cuatro escalones, un mostrador semicircular presidía la sala,
a la izquierda, el catálogo de fichas,
a la derecha, los periódicos sobre lo que parecía un estante acolchado,
las portadas de las revistas expuestas de frente.
la sonrisa de bienvenida de mi bibliotecaria
la anticipación en mi corazón
de todos esos libros, otro mundo,
simplemente esperando
en las yemas de mis dedos.
Rita Dove
La tonadilla
Cuando yo era joven, la luna habló en acertijos
y las estrellas rimaron. Yo era un nuevo juguete
esperando ser recogido por mi dueño.
Cuando yo era joven, puse al día de rodillas al correr.
Había árboles por mecerse, grillos por atrapar.
Era apenas dulce, infinitamente cruel,
seductora y mimada en leche,
quemada por el sol y plateada y costrosa como un potro.
Y el mundo ya era viejo.
Y yo era más vieja que lo que soy hoy.
June Jordan
Estos poemas
Estos poemas
son las cosas que yo hago
en la oscuridad
y que estiendo hacia ti
quien quiera que seas
¿ya
estás listo?
Estas palabras
son piedras en el agua
que se van lejos
Estas líneas esqueléticas
son los brazos desesperados de
mi anhelo y de mi amor.
Yo soy una extraña
que aprende a adorar a los extraños
a mi alrededor
quien quiera que seas
quien quiera yo pueda llegar a ser.
(versión de Eduardo Dalter y Nidia Santa Cruz)
Angelica Weld Grimké
Dedos de hierba
Tóquenme, tóquenme,
Pequeños frescos dedos de hierba,
Elusivos, delicados dedos de hierba.
Con sus roces tímidos,
Toquen mi cara,
Mis brazos desnudos,
Mis muslos,
Mis pies.
¿Hay algo acaso que no sea bueno?
No tienen por qué temer de mí.
Pronto voy a estar lejos, debajo de ustedes,
Para que puedan llegarme, también,
Con sus dedos diminutos y tímidos.
(versión de Eduardo Dalter y Nidia Santa Cruz)
viernes, 3 de abril de 2015
Clément Magloire Saint-Aude
Fragmentos
Triple flor de gusanos mendigos
Marcho sobre el sonido como el impar
*
Mi tinte moro de arcángel oscuro
Es el sello celebrado
De un vivir jadeante y cansado
Más que el guía de tu tía
*
Fuera de las ínfulas de mi sol anticuado
¿Soy acaso el que interpreta los siglos,
El viento esculpido del centauro?
*
Desciendo sin arraigo y repetido
Sobre un cabello con prefacio de mis dedos
y como temeroso del escalofrío
Adonde se dirige, paz, mi corazón
*
Mi perro avanza
Hacia el estandarte de mi muerte
Legible en la sal de mis pestañas.
Tal lícito y repetido
Sobre el camastro del sectario
Bellas solicitadas y grandísimas
Cuento hasta treinta y me inclino.
Imploradas por mi bosquejo,
Pesado, desusado, envejecido
¿Soy artífice
En los misales de mi sudario?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)