en el cráter como si de ti a mí se hubiera
metódicamente apagado el ir y venir
de las cosas el oleaje y la resaca
conoces tú el trabajo de la sombra en torno
a nuestros ojos y todo lo que pasa
inadvertido cuando de repente tocamos
la hora que cae como cae
un sol que al caer aprende
a brillar hay en tu última mirada
una obra inconclusa y en la mía
la urgencia de un día que se acaba
y en la tuya ahora una escala ascendente
que sube a varear la fruta de un árbol que
no es ni del sur ni del norte
mientras fuera la noche y el día
comen a la misma mesa
nada se mueve en esta
línea que va de tus ojos a los míos
en la que nada se mueve ni deja de moverse
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