jueves, 26 de mayo de 2016

Andrea Zanzotto




Sylva


Finita, ayer, mi corazón te dijo.
Y aún principio no tenías
y aún no estás en el principio
y siempre eres anuncio del principio.
Intacta, fortificante piedra.
Mundos, furor nítido,
heridas innúmeras excelsas.
Cuerpos y ojos en joyero y cuna, cuerpos
cándidos, células
de activas nieves,
móviles cuerpos ternuras
en la mano, terror
en el alma, bruñidas
fosforescencias sobre tormentas y fallas. Yo
yo os reclamo, yo soy.
Todo aún: otras irisadas vivaces
tentaculares psiques,
otros escombros llenos de semillas,
otros misterios latentes, todo
aún
todo por consumar y por servir.
No tiene principio el amor.
“Ahora torna el año, sobre este cerro…”


Y frondas foscas sombrío en el fondo
del bosque, del único bosque,
del bosque eterno me hacen, me viven,
me murmuran
en miles de coros oscuros.



No hay comentarios:

Publicar un comentario