martes, 3 de marzo de 2015

Abū Nuwās al-Hasan Ibn Hāni' al-Hakamī



XVII 



El vino arde generoso en la copa

como un astro luminoso en el cielo

o una luna llena en la noche.

Si pudiera mezclarlo con la oscuridad

disiparía sombras y tinieblas.

Grandes placeres depara a aquellos

que lo beben sin temor ni recelos.

Sus burbujas como perlas dispersas

el agua enhebra en la mezcla.

Siempre hablo a la copa antes de beber:

a ella, confidente, cuento mis secretos.



.........................



Copero, escancia al amigo

que bebe lo que yo dejo


y a mí sírveme del vino


que haya dejado en el tazón. 


Bebo yo de lo que él deja,


bebe él de lo que dejo yo,


como los que se han enamorado.


Llegaste a mí mensajero


y de tanto ir y venir


te convertiste en copero. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario