miércoles, 18 de marzo de 2015

Mario Luzi




Donde no estabas


Donde no estabas, cuánta paz: el cielo

entre los árboles estuosos recogía

la blanca ofrenda de las calles, un rostro

relucía en la sombra de las fuentes,

la médula de miel

atenuaba el pesar de los transeúntes

y la beldad brillaba,

se perdía fragmentada entre las calles

esplendentes en el silencio ventilado.



Ni imagen, ni memoria, ni sueño.

El rostro de la ausente era una espera

espejada en la primera estrella opaca

y ni siquiera en ella estabas, habías caído

fuera de la existencia;

el candor entristecía las encrucijadas

y no era el anochecer,

era la blanca verdad indolente

en lo hondo de mi tumulto, imperceptible.


(de:"Quaderno gotico, Florencia, 1947;

versión de Horacio Armani)


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