viernes, 19 de septiembre de 2014

Enriqueta Arvelo Larriva



Llegas


Llegas. Tus ojos vienen firmes.
Gallardos, con las armas de los internos fuegos.
Yo quiero ser sencilla como el hilo sin perlas,
ágil como en la copa es la gota del borde.

Yo quiero ser sencilla, pero tú me complicas
alzándome a una estrella trémula e invisible.
Yo quiero ser sencilla. Y me colmo de quiebras,
y soy un laberinto y mi clave se pierde.

Quiero el ritmo sereno y mi inquietud florece.
Y la flor indecisa, con hojas asustadas,
desploma tu firmeza.

Y descanso en la fuga de tus ojos vencidos.
Y soy ligera y simple, como el hilo sin perlas;
ágil como la gota del borde.

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