miércoles, 2 de abril de 2014

Hilda Mans




FABRICABA UN TECHO DE PAJA Y OSTRAS




Fabricaba un techo de paja y ostras para los mendigos, mendigos de rastros, caminadores de              estrellas, mendigos del pan y la leche. Sobrentendido está.

Una inercia y cierta filosofía los volcaba a violentar rutas, a blandir su pobreza, su saciedad.

La dignidad que da la tierra lo respeta como al más acaudalado, lustrado y perfumado, la                       víbora que lo roza sin importarle su piel, el insecto que lo camina, el calor que lo mata.

Para no olvidarnos que el hombre existe y es verdugo de sus necesidades.

¿Pero para qué construir un barco?

                                                             Si todos relampagueamos en la tierra, desarraigados y                      solos, aunque sean muchos los que nos acompañan.

Dejemos de lustrar hermosas adivinanzas, si el sol emerge todos los días del MAR.




(de "Semilla de diagonal" 1973)

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