viernes, 4 de abril de 2014

Miguel Gaya




Ars amandi// Inmediatamente después de ingresar

en la escuela/ comencé a sufrir crisis de identidad/

unidas a/ procesos alucinatorios si hemos de

seguir/ en tren de confesión/ Lo concreto fue/ que

adonde dirigiera la mirada/ tropezaba ipso facto con

la rotunda/ luminosa/ presencia de la novia de Tom

Sawyer // A decir verdad/ quien primero dudó/ de

la elocuencia de los hechos/ fue quien esto escribe/

y ya no pude/ recuperar la fe/

porque/ si hubiésemos de creer/ en lo que los ojos

descubren/ absortos/ estas percepciones habrían/

de comportarse en consonancia/ con lo visto/ Vale

decir reconocerme/ como a su amado Tom// Pero/

ellas/ resistían/ de un modo inequívoco/ mi

condición y/ si acaso me amaban/ no podía

inferirse de ello/ que hubiesen detectado/ el

secreto héroe/ que yo era entonces// De este modo/

los equívocos se sucedían y/ aquellas

chicas/ sentadas en la escuela pública/ se

burlaban/ de un Tom/ supuestamente apócrifo/ o/

peor aún/ amaban los vestigios/ de alguien que

soñaba/ sin dar conmigo/ sin dar con ellas// Y eso

es todo/ lo que aprendí entonces/ del amor.



(de "Colección Robin Hood" ed. Acme,1994)


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