martes, 18 de marzo de 2014

Dora Melella

Retratada por Lino Enea Spilimbergo




TESTIMONIO


Harto he vagado por la indolencia

de amar sin apremio,

suavemente,

con un placentero oficio,

inobjetable.

Y me pregunto: se suceden las noches

a los días, y las estaciones alternan

sus misteriosos ritos, pero elTiempo

aquel que me conduce inexorablemente

hacia el olvido ¿puede recrear, acaso,

el abandono de una palabra,

el dibujo de un gesto repetido

y no obstante nuevo y cambiante?



Detesto el minucioso inventario

pues sólo es testimonio de lo que temo:

el adiós.




(de "Cuando el otoño desciende" 1975)

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