martes, 18 de marzo de 2014

Georges Schehadé





NADADOR DE UN SOLO AMOR


I


El talle de las muchachas flotaba en el viento
El pájaro de ojo de perla no dejaba rastro
Era la época de los ángeles oh yo me acuerdo
La tierra feliz tenía al día y a la noche por hijos
La ausencia guardaba la sonrisa y la palabra
Todo brillaba de nada: la hierba y la lámpara
A excepción de un caballo erguido que montaba guardia
Y gritaba hacia mí:
Una vez no es costumbre salvo para la muerte
Oh yo me acuerdo

II

De noche a veces los santos me visitan
Pasan a través de los cristales como se ven afuera las plantas
Y yo los reconozco con sus caras de marionetas
Pues les gusta jugar con mi corazón
Dan un paso en la casa
Otro hacia un teatro de púrpura
Luego vuelven a ser lo que son
Es decir belleza invisible
- Unico testigo del milagro
Una muñeca olvidada por descuido
Los ojos cerrados como nadie delante de los sueños

III

En el espacio vacío y lleno como un anillo
Las rejas de la noche se abren sobre la muerte o los sueños
Esta noche en la llanura está la Mesopotamia y sus ventanas
La rosa se calienta en la lámpara como una hermana
Oh mira
Un velero con cabeza de león tira el ancla
Y siempre sobre la playa
Las grandes arrugas blancas del mar

IV

Aquellos que velan muy tarde la noche
En la absolución profunda de las tinieblas
Lejos de las lámparas calientes a los ojos
En el aire desnudo
Son los viajeros del porvenir
Y las estrellas tan bien lo saben que se detiene en sus ventanas
Dejando escaleras brillantes
Al alba cuando los cazadores hacen agujeros
En el silencio de los campos

V

Mi madre encendía las lámparas para alejar las sombras de nosotros
Ella contaba nuestra edad con los dedos cuando el reloj daba sus golpes
Mi madre hablaba del tiempo que pasa sonriendo
- Y los hombres que la seguían eran sus ángeles

Ahora que la luna está muerta Dónde están maravillosos pensamientos
Amor con dientes de almendras
Infancia que lloras sobre mis mejillas

VI

Ella se levantaba en la noche para mirar el Cristo
Tocaba el bronce de su herida para sanar
Y su cuerpo temblaba como jazmín

- Yo amo en la oscuridad la profundidad de tu sombra
Tú lloras tan dulcemente que tocándote uno muere (morimos)
Y nadie tiene las vírgenes de tus labios
Sino tu imagen

VII

Lees un libro más pesado que tus manos
En ese jardín quejumbroso en el que se divisa una tórtola
La sombra levanta vuelo con ella

VIII

Si y no:
Dos bastones
Uno se doblega
El otro se rompe
- Cuál ?

Así habla el sabio
Una vez entre dos
- Cuál ?

IX

Si nunca regresas a tierra natal
A pasos lentos como un caballo al cual la tarde acrecienta la fatiga
Oh ve a ese jardín
A encontrar la rosa desconocida
El crisantemo con melena de león
- Inmensas arañas vuelan con mariposas
Como en las fiebres de la infancia
Sonríe o llora pero nada temas
Es la sombra que se muere antes de ser noche clara

X

En el otoño rojo y amarillo como un tamiz a través de los árboles
Y la vanidad de un zafiro
Un cuervo con muletas predice desgracias

Soñando con la muchacha que pasa en el bosque
Igual a una fábula
Yo grito: Oh amor concédele larga vida

Pero el eco que viene de lejos y se pliega
Perdiendo las palabras retoma:
Amor amor sin vida

Como un juego de cartas

XI

La gran tristeza de un caballo se pasea en las nubes
Y tú en esta habitación
Sueñas sin palabras
La más tierna infancia de un viaje
Sobre el reino de los muros

XII

En el sueño de una niña
Hay la gracia y el misterio de una aguja
Y salido de un violín
Un joven cazador que la espía
- Ah cubran bien a esta niña que duerme
Pues ella está afuera
En los bigotes de la noche

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