FRONTERA
Huelo la calle en sombra, la pared soledosa,
el amor increíble de la piedra y el tiempo,
cuando bajan los ángeles a la calle cortada
un prieto olor a madreselva nos hechiza.
Ya no es la calle, es un país
que termina en la luz
y en la presencia humana.
Ya no es la calle, no, ya no es la calle,
es la frontera.
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