Un cuerpo cegado de sueño
se yergue entre mis brazos.
Siento la gravidez del acto.
Muñeco muerto.
Llevo un eterno retraso.
¿Tu corazón dónde late?
La noche espesa nos une,
nos une y nos compacta.
Aferrado a mi pecho susurras.
"Te pido por dios no me sueltes;
tengo las piernas quebradas."
Me siento sosteniendo el mundo.
Y muy lentamente el musgo
va cubriendo nuestra estatua.
(trad. de Diego J. Puls)
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