martes, 18 de marzo de 2014

Salah Stétié





MI YUGULAR ES HIJA DE LA NIEVE



Mi yugular es hija de la nieve

que al latir me golpea el cuello

la espera de la nieve es pura espera

pura en el umbral de la nieve y sus hijas alzadas

el lugar de sus vientres que ha invadido la nieve

mientras la palma de mis manos acaricia el oscuro trigo

y el lagarto de la muerte en mi cuello.

Me he sentado, con los pies

brillando por el fuego de las uñas

a nuestro alrededor la palabra es morada

el aire es necesario para alumbrar el cuarto

y si hablo tan sólo hablo con imagen a la dormida

la que arderá en el pensamiento

y volverá después a la casa de toda lágrima.

Enigma es la faz nacida del niño

como una ortiga que la luna también está quemando

en una niebla de rasguños, el corazón: este

corazón

de cara a los fusiles que se desnudarán

para volver a la sustancia de árbol

por el enigma dulce de la luna

paloma airada bruscamente débil

desplegando sus alas de espejismo

y sus remeras como alusión

a la ilusión del corazón.

(1929)



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