martes, 4 de marzo de 2014

Anna Ajmátova





SEGUNDA DEDICATORIA


¿Eres tú, Psique-Confusión
quien, moviendo el abanico negro y blanco,
te inclinas hacia mí?
¿Quieres decirme en secreto
que ya has cruzado el Leteo
y respiras otra primavera?
No me dictes, yo misma oigo:
El chaparrón se aferra al tejado,
oigo murmullos en el felpudo.
Alguien pequeño se dispuso a vivir,
Se hizo verde y mullido, e intentará
brillar mañana en su nuevo impermeable.
Duermo:
ella sola está sobre mí
allí, lo que la gente llama primavera
y yo llamo soledad.
Duermo.
Veo en sueños nuestra juventud
ese cáliz que pasó por él.
Te lo devolveré,
si quieres, como recuerdo,
como llama pura en la arcilla
o copo de nieve en una tumba abierta.

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