domingo, 9 de marzo de 2014

Leonor García Hernando






la taza debe parecer excesivamente
blanca en contraste con la boca pintada -No deberíamos
acercarnos a objetos tan nítidos
envuelta la garganta por un extenso
pañuelo de gasa, todo rostro es más plácido y se esfuma
como una lancha en esa agua extrema donde el cielo deja
de fluir

no deberíamos acercarnos a objetos tan
nítidos
una taza un sobre en el que la lengua impone un
poder; las uñas esmaltadas de rojo y tres desnudas
cebollas en el mármol

no deberíamos acercarnos a esa brus-
quedad del objeto que satura como un golpe
no deberíamos ser honestos en el terror.
Mejor palidecer como esa línea de álamos en la tormenta,
Mejor estar callada mientras la fiebre una las sienes con
grasa de ciervo
mejor esperar a que las hojas del nogal apacigúen el sende-
ro de piedras rojas. Parques con una pálida herida de
mármol pierden su agua rara, lastimosa hundimientos
en la frondosa oscuridad.

no deberíamos acercarnos a objetos tan
nítidos.
Zonas que no conocen piedad.

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