sábado, 15 de marzo de 2014

Lina de Feria







POEMA TRAS LA CRISIS

Los huéspedes de la tierra vienen para
una sola tarde. Amábamos, destruíamos,
viviamos en nuestra hora de muerte pero se
alzaban sobre nosotros las eternas estrellas,
bajo ellas los concebimos.
(Ilya Ehremburg)

I
todavía con algo de prohibición de madre
de reciente adolescencia sobre mis botas
quisiera disertar sobre tantos detalles
sobre tantas cosas de mi mundo de alrededor
quisiera poseer esas viejas palabras
y las palabras jóvenes y hasta el silencio
para explicar el hallazgo y la vida
para hablar del pequeño camarada
o del otro grande y difícil.
para contar como hago
que el hábito sea origen
y los humos fabriles comiencen desde abajo
a hacerme la memoria,
para contar mi batalla
de mi declaración humana
de mi sudor ya descubierto
para contar de un siglo ilimitado
que de pronto nos busca.
desde mi guardia miro:
el perro de esta tarde busca un amo
choca sin prevenirse
buscando quien le hable del semblante
del fuego interno que muestra
quiere saber si su expresión la recibimos
o es que está líricamente extraña
-como difícil de coger-
no bastaría con decir la tarde está bonita
habría que averiguar qué es eso aprisionado
que hoy se suelta
para echarse a correr en los cables eléctricos
y terminar temblando en la pupila del hombre
como si fuera un animal
un perro libre
mordiéndose la hora del corazón.
miro desde mi guardia:
oscurece el latón de la basura
lleno de cristales y noticias viejas
medio muerto al amanecer.
pero así le vigilo
junto a la ciudad y las calles
donde nadie bosteza o fuma
pero así le vigilo
en la ocasión de mi uniforme
desde todas mis once mil libertades.

(De: "El rostro equidistante")


 

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