miércoles, 12 de marzo de 2014

Reynaldo Ros




ISLAS EN LA LLUVIA


Las hojas, temblando,
Entre el garuar que las empapa,
Ya se despiden de los álamos,
Ya doran el vuelo de las ráfagas.
Mientras reina la lluvia,
Las horas délticas se alargan;
Y hay brazos entumidos
Y hay herramienta arrinconada.
Vuelca y vuelca de lo alto
Del hombro húmedo sus ánforas
La lluvia que, agrisándose,
Llega a borrar del panorama,
Árboles, casas, naves, ríos...
¡La lluvia, de pie sobre las aguas!...

En los hogares, gente fuerte,
Hombres de varias razas,
Sorben café, mate o ginebra;
Fuman y charlan
De frutas, mimbres y maderas;
De hormigas, mareas y borrascas,
Y junto al fuego, las mujeres
Preparan mermeladas,
O secan blusas de trabajo
Colgándolas ante la hormalla,
O peinan a sus niños
Y, sentaditos en las faldas
Los niños, ángeles de huerto,
Saborean manzanas.
Y cuando entonan las mujeres
Una canción honda y nostálgica
Murmullos hay de bosque y lluvia
De allende el mar, en lo que cantan.
Entonces estos pobladores
Recuerdan las comarcas
Remotas donde fue su cuna,
Ya en Europa, ya en Asia.

Se duelen de los pueblos tristes,
Desde esta tierra americana
Donde en paz luchan por la vida,
Donde el pan no les falta.
Y anhelan que otros inmigrantes
De manos útiles cuanto ásperas,
Dilaten los plantíos
Aquí en estas islas y que vayan
También poblando tierra firme
Con más colonias, con más granjas
Y leguas y más leguas doren
Las mieses que el mundo nos reclama.

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