jueves, 13 de marzo de 2014

Sharon Olds




FÓSIL DE AMOR

Sobre sus elegantes tobillos vegetarianos papá
sorbía su cena. Como un dinosaurio más,
grande, carnoso, hecho de bistec crudo,
mordisqueaba y tragaba, su mandíbula goteaba hierbas y aguardiente,
magnífica bestia extinguida hacia la que mi corazón excava.
Su ojo oscuro como un enorme yacimiento de carbón,
su mirada como lava en suspenso -era un hombre en suspenso.

Pacía las sobras, lento en su gigante estructura ósea,
no podía hacerse un sitio y olía los hoyos
de brea, como su padre en la bañera el día entero.

Yo no comprendía su funesto destino ni mi afición por su peligroso
y enorme cuerpo.
Le exhibía mis flancos, pero fue
vegetariano hasta el fin de sus días.

Misterioso como un reptil y salpicado de lodo como un viejo Chevrolet,
estaba sobrealimentado y era embotado y cruel.
Me enseñó a amar
lo invariable, lo que no podía evitarse,
lo que descendía mudo en el tiempo, como la ira, como la brea.
Estaba hundido en ella hasta la blanda cintura,
en vuelto en su traje de brontosaurio como un viejo albornoz.
El amor nació en mí, una tormenta de mosquitos
girando en torno a La Brea.*

Carnívora como era, lo vi
forcejear y hundirse poco a poco como si fuera su designio.
Carnívora como era, vi
su hombro desnudo y blanco y sentí hambre.
)

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